Esta semana vino mi padre, después de casi 4 meses trabajando en el extranjero.La verdad es que tenía ganas de verlo y de que estuviera por aquí, porque así mi madre está menos neurótica y yo puedo dedicarme a vivir más tranquilamente.Y, sobretodo, porque siempre me llevé mejor con mi padre que con mi madre, él es capaz de entenderme en casi todo, y eso tengo que agradecérselo.
Esta noche tengo cena con los de mi clase de último curso del instituto.Me apetece muchísimo ver ae sa gente, comentar qué ha sido de nuestras vidas en este año y medio, anécdotas, experiencias, y todo lo que se pueda.Existe el problema de que yo estoy medio liada con un chico que iba a esa clase.Pero hemos decidido no contar nada, porque se convertiría en el monotema de la noche, y eso no lo queremos ninguno de los dos.Ya que solo vemos a algunas de esas personas como dos veces al año, lo mejor será dejar apartado el tema y hablar de cualquier otra cosa.Aunque si desaparece él y al rato desaparezco yo, a lo mejor resulta un poco sospechoso :-P.
El inicio del curso estuvo bien.Me reencontré con todo el mundo, y ésta semana básicamente no dimos gran cosa, así que nos dedicamos plenamente a intercambiar vivencias veraniegas.Aunque escubrí que me habían cambiado de grupo de prácticas a otro en el que prácticamente no conozco a nadie, pero ya es hora de ir haciendo nuevas amistades